La Esperanza

Esperanza es paciencia, es fe, se le conoce como luz en el camino hacia lo que esperamos que suceda a partir de la gestión momento a momento en el presente.
El cocimiento de nuestro ser interior genera confianza y esperanza, son parte de la energía poderosa que activa el presente e ilumina nuestras vidas.
Aunque hay días en que resulta difícil abrir los ojos y mirar de frente al mundo, la esperanza nos enseña a saber dar vida a cada instante con la fe en la transformación y en el cambio que nosotros mismo provocamos e impulsamos.
A veces, se puede reconectar con un sentido de esperanza a través de algunas vías que podemos explorar también en nuestra propia vida.
Estas vías son:
1. Atender nuestras propias necesidades fundamentales;
2. Conectar con la inspiración disponible en uno mismo en los demás;
3. Nutrir nuestro sentido de comunidad y pertenencia;
4. Conectar nuestras acciones cotidianas con nuestra visión para el mundo y con nuestros valores fundamentales.